SUPERLIGA 09/10
1ª JORNADA
06 – 09 – 09 12:00 h. Campo: Lasesarre
1ª JORNADA
06 – 09 – 09 12:00 h. Campo: Lasesarre
Alineaciones:
ATHLETIC CLUB:
1 Ainhoa
2 Garazi
4 Itsaso (25 Lanbarri descanso – Gol 56´-)
5 Marta M. (Roja 63´)
6 Kar (9 I. Murua descanso – Gol 65´-)
7 Nekane (23 Eider 66´)
10 Iraia
11 Orueta
14 Gangoiti
16 A. Olabarrieta
17 Ibarra (Gol 51´ p. – 27 Naiara 90´-)
Entrenador: Iñigo Juaristi
S.D. LAGUNAK:
1 María
2 Carmen
3 Nekane (16 Argiñe 84´)
4 Marta
5 Ainhoa
6 Laura (Gol 64´)
7 Yasmina (14 Miriam 66´ -Gol 68´-)
8 Elena
9 Tiara (15 Susana 66´)
10 Irene
11 Eunate (12 Genma 78´)
ARBITRO: Munarriz
ASISTENTES: Carrascal - Baigorrotegi
CRÓNICA: Athletic Club 3 – 2 S.D. Lagunak
Antes del arranque del primer partido de Superliga para el Athletic tuve la oportunidad de leer en los panfletos habituales previos a los encuentros un artículo de la leona Iraia Iturregi en el que clavó lo que iba a suponer el encuentro que nos disponíamos a presenciar. Nos presentaba a la S. D. Lagunak como un equipo rocoso, trabajador y agresivo y nos mostraba el deseo de ofrecer una trabajada victoria a la afición. Pues, efectivamente, el encuentro fue complicado para las rojiblancas frente a un incómodo rival con la cartilla muy bien aprendida y el triunfo tuvo que ser labrado a base de sudor con un sol del mediodía que nos recordaba que aún estamos en verano.
El primer tiempo transcurrió de forma anodina para el espectador, sin ninguna ocasión por ninguno de los dos bandos y con una lucha constante por ganar la posesión en el centro del campo. Dentro de esa igualdad, la sensación era que las visitantes tenían controlada la situación, ahogando la creatividad de las jugadoras del centro del campo bilbaíno, provocando la espesura de su juego. Un renglón estudiado para un equipo que visita un campo complicado frente a un rival teóricamente superior. Objetivo por su parte cumplido llegando al descanso con la incertidumbre del 0-0 y la incomodidad imperante entre seguidores y jugadoras locales.
Sorprendió el mister del Athletic cuando en el descanso cambiaba a Itsaso y a Kar por Irune Murua y Lanbarri reestructurando por completo al equipo, ya que las dos piezas del eje del centro del campo durante la primera mitad desaparecían, Nekane pasaba a la banda derecha, Iraia pasaba a la izquierda y Olabarrieta se unía al centro del campo junto a Orueta. Demasiados cambios para tener las ideas claras, pero el caso es que desde bien temprano el equipo comenzó a carburar desatascando un encuentro que tenía bisos de complicarse. Y no tardaron en llegar los frutos de un juego que comenzaba a inclinar el campo desde el primer minuto del segundo tiempo sobre la portería de María. A los 5 minutos, la incisiva delantera Irune Murua, con el balón muy pegado al pie era objeto de un claro penalti que Ibarra transformaría en el 1-0. Y solo 6 minutos más tarde la goleadora haría de las suyas por banda izquierda colocando un preciso centro en el pie de Lanbarri que remachaba el 2-0. Las cosas cambiaban sobremanera y todo comenzaba a verse más fácil con una superioridad clara en el marcador y en el juego de estos primeros 10 minutos de segunda parte.
Pero el fútbol tiene de esos imprevistos que pueden dar la vuelta a una situación en cuestión de segundos. Uno de esos llegó cuando en la primera jugada en la que el Lagunak merodeaba el área rival consiguió provocar un penalti de Marta por mano a puerta vacía después de un rechace de Ainhoa en un mano a mano, lo que acarreó su expulsión. Laura anotaba tras rechace de la guardameta al penalti lanzada por ella misma y la emoción regresaba al encuentro con mucho tiempo por delante para ver muchas cosas. Y no nos equivocábamos porque el partido seguía abierto y tan solo un minuto después del 2-1 Nekane hacía una meritoria jugada por banda derecha (justo antes de ser sustituida por Eider para reforzar la defensa ocupando el hueco de la expulsada Marta) dejando un balón atrás para que Irune Murua anotara un precioso tanto cruzando con pierna derecha el balón hacia el palo contrarió, haciendo imposible la estirada de María. Un tanto que vale su peso en oro, porque el Lagunak no cesaría en su lucha recortando distancias tan solo 3 minutos después dándole emoción a los restantes largos 22 minutos para las rojiblancas.
Sin embargo, el equipo local se armó bien atrás y aunque perdió mucho potencial de cara a la portería rival, impidió prácticamente toda posibilidad de peligro frente a su puerta que no se vio inquietada; si bien, tuvo que sufrir la intimidación del balón, que pasó estos últimos minutos bastante cerca de su propia área merced al empuje de la S.D Lagunak buscando un empate que les hubiera sabido a gloria visto el transcurso de un encuentro que tuvo dos caras. La de la primera parte fue la de la táctica y la falta de fluidez, con poco que destacar salvo algún bostezo en la grada; y la segunda parte fue en la que aparecieron los goles, el espectáculo y la emoción. En todo caso, ambas marcadas por una igualdad que puede indicar el aumento de la competitividad en este nueva Superliga hecha al antojo e intereses de algunos, conformando tres grupos de 8 equipos cada uno para aumentar a 24 los participantes. Habrá que tragar y adaptarse. Los primeros puntos ya están en el casillero.
El primer tiempo transcurrió de forma anodina para el espectador, sin ninguna ocasión por ninguno de los dos bandos y con una lucha constante por ganar la posesión en el centro del campo. Dentro de esa igualdad, la sensación era que las visitantes tenían controlada la situación, ahogando la creatividad de las jugadoras del centro del campo bilbaíno, provocando la espesura de su juego. Un renglón estudiado para un equipo que visita un campo complicado frente a un rival teóricamente superior. Objetivo por su parte cumplido llegando al descanso con la incertidumbre del 0-0 y la incomodidad imperante entre seguidores y jugadoras locales.
Sorprendió el mister del Athletic cuando en el descanso cambiaba a Itsaso y a Kar por Irune Murua y Lanbarri reestructurando por completo al equipo, ya que las dos piezas del eje del centro del campo durante la primera mitad desaparecían, Nekane pasaba a la banda derecha, Iraia pasaba a la izquierda y Olabarrieta se unía al centro del campo junto a Orueta. Demasiados cambios para tener las ideas claras, pero el caso es que desde bien temprano el equipo comenzó a carburar desatascando un encuentro que tenía bisos de complicarse. Y no tardaron en llegar los frutos de un juego que comenzaba a inclinar el campo desde el primer minuto del segundo tiempo sobre la portería de María. A los 5 minutos, la incisiva delantera Irune Murua, con el balón muy pegado al pie era objeto de un claro penalti que Ibarra transformaría en el 1-0. Y solo 6 minutos más tarde la goleadora haría de las suyas por banda izquierda colocando un preciso centro en el pie de Lanbarri que remachaba el 2-0. Las cosas cambiaban sobremanera y todo comenzaba a verse más fácil con una superioridad clara en el marcador y en el juego de estos primeros 10 minutos de segunda parte.
Pero el fútbol tiene de esos imprevistos que pueden dar la vuelta a una situación en cuestión de segundos. Uno de esos llegó cuando en la primera jugada en la que el Lagunak merodeaba el área rival consiguió provocar un penalti de Marta por mano a puerta vacía después de un rechace de Ainhoa en un mano a mano, lo que acarreó su expulsión. Laura anotaba tras rechace de la guardameta al penalti lanzada por ella misma y la emoción regresaba al encuentro con mucho tiempo por delante para ver muchas cosas. Y no nos equivocábamos porque el partido seguía abierto y tan solo un minuto después del 2-1 Nekane hacía una meritoria jugada por banda derecha (justo antes de ser sustituida por Eider para reforzar la defensa ocupando el hueco de la expulsada Marta) dejando un balón atrás para que Irune Murua anotara un precioso tanto cruzando con pierna derecha el balón hacia el palo contrarió, haciendo imposible la estirada de María. Un tanto que vale su peso en oro, porque el Lagunak no cesaría en su lucha recortando distancias tan solo 3 minutos después dándole emoción a los restantes largos 22 minutos para las rojiblancas.
Sin embargo, el equipo local se armó bien atrás y aunque perdió mucho potencial de cara a la portería rival, impidió prácticamente toda posibilidad de peligro frente a su puerta que no se vio inquietada; si bien, tuvo que sufrir la intimidación del balón, que pasó estos últimos minutos bastante cerca de su propia área merced al empuje de la S.D Lagunak buscando un empate que les hubiera sabido a gloria visto el transcurso de un encuentro que tuvo dos caras. La de la primera parte fue la de la táctica y la falta de fluidez, con poco que destacar salvo algún bostezo en la grada; y la segunda parte fue en la que aparecieron los goles, el espectáculo y la emoción. En todo caso, ambas marcadas por una igualdad que puede indicar el aumento de la competitividad en este nueva Superliga hecha al antojo e intereses de algunos, conformando tres grupos de 8 equipos cada uno para aumentar a 24 los participantes. Habrá que tragar y adaptarse. Los primeros puntos ya están en el casillero.
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